Economía colaborativa gracias a la Disrupción Digital

 

La disrupción digital obliga a las compañías a cambiar de manera urgente para conseguir dar respuestas estratégicas, organizativas y tecnológicas. Ningún sector se libra: banca, educación, salud, infraestructuras, ocio, medios de comunicación y las profesiones que conllevan van a sufrir una tercera revolución industrial. Y las profesiones actuales, incluyendo puestos directivos, están obligadas a transformarse. Una encuesta realizada por Accenture el pasado enero a más de 1.700 ejecutivos destacó que uno de cada dos ven amenazado su puesto por una inteligencia artificial

Pero esta revolución es también una enorme oportunidad para reinventar todos los modelos de negocio, lo que exige también un cambio de mentalidad empresarial. Es una revolución tecnológica es tan grande que ninguna compañía puede asumirla en solitario: es vital poder colaborar, lo que supone un cambio de paradigma en los negocios.

Las empresas que están aprovechando favorablemente las tecnologías disruptivas han creado nuevos y mejores productos que sus competidores, han penetrado nuevos mercados y han reforzado las relaciones con sus clientes existentes. Muchas organizaciones afirman que uno de los mayores retos es determinar por dónde empezar; sin un plan estratégico, es fácil que la empresa se desvíe en muchas direcciones a la vez, diluyendo la inversión y debilitando las capacidades del equipo. El diseño de una estrategia conlleva definir qué significa ‘disrupción digital’ para la organización en todos sus niveles, enumerando amenazas y/o oportunidades y creando un plan para afrontar retos de implementación.

 

De mercados tradicionales a digitales

Nuevos mercados han nacido como resultado del impacto de la tecnología en mercados tradicionales, de la redefinición de las fronteras de las industrias, de los nuevos roles de los actores en ellos implicados y del cambio en los hábitos del nuevo consumidor digital.

Pese a que estos mercados varían en función del grado de la irrupción digital en cada uno, todos comparten tres características: abarcan múltiples industrias, ponen en contacto diferentes perfiles de stakeholders y tienen como objetivo mejorar la calidad de vida y la experiencia de usuario. Asimismo, suponen una nueva oportunidad de crecimiento con respecto a los mercados tradicionales de los que derivan.

La misma tecnología que ha creado estos mercados hace que las barreras de entrada se reduzcan, los costes estructurales se erosionen y los flujos de información se incrementen tanto en volumen como en calidad, facilitando el crecimiento y abriendo nuevas vías de ingresos para las empresas.

  • La salud digital (E-health), para prestación de servicios sanitarios y con el uso de nuevas tecnologías como movilidad, big data o vídeo.
  • Los servicios financieros en movilidad y el uso de tecnologías digitales para mejorar la usabilidad y experiencia de usuario 
  • La distribución digital o la capacidad del comercio minorista para utilizar la tecnología.
  • La educación digital, a través de plataformas abiertas.
  • La industria digitalizada, o la reinvención de los procesos productivos y cadenas de valor.
  • El transporte inteligente, haciendo posible la comunicación entre medios de transporte y su gestión eficiente.