El Big Data se cuela en las Elecciones Generales

El Big Data se ha convertido en una parte muy relevante de la empresa. Sacar provecho de los datos que se generan cada día, cada momento, es algo vital a la hora de tomar decisiones trascendentales para nuestro negocio. Los sistemas de análisis además cada vez son más exhaustivos y eficientes, consiguiendo que sepamos con mayor seguridad qué decisión tomar frente a una operación de cualquier tipo en nuestra empresa. Y no solo nosotros mismos en nuestro negocio: también a la hora de analizar las decisiones de los consumidores de nuestros servicios. ¿Por qué alguien ha decidido contar con nuestra empresa finalmente? ¿Por qué no la competencia? ¿Qué le ha llevado a ello?

Aunque no solo hay que tener en cuenta al Big Data dentro del terreno empresarial. ¿Por qué no extrapolarlo? Las aplicaciones que podemos hacer de él son de lo más complejas y variadas, llegando a cualquier mercado y nicho, llegando hasta el actual marketing político. Dentro de este último, el Big Data ofrece la posibilidad de analizar información sobre su organización interna y acceder de manera directa al posible votante, algo muy importante en la situación actual en la que la pérdida de confianza de los ciudadanos en política juega un papel muy importante. Crear un mensaje que llegue a la ciudadanía buscando captar más votantes de cara a las elecciones es una estrategia que necesita del Big Data para que estas formaciones puedan conocerse a sí mismas y prever los problemas que están por llegar e intentar anticiparse a ellos. Ahora los partidos políticos pueden tener información en tiempo real sobre la opinión pública, conocer la identidad de los votantes indecisos o elegir a las personas de sus equipos y mensajes que más encajan para determinados tipos de audiencia.

Todo esto no es nada nuevo: ya fue Obama en el año 2012 el primer candidato a unas elecciones presidenciales que decidió utilizar técnicas de minería de datos con la finalidad de obtener mayor margen de competencia frente a sus rivales. Y lo consiguió. En esta ocasión, a nivel nacional, ha sido el Partido Popular. El partido contrató para estas últimas elecciones a la agencia que llevó la campaña de Obama, entre otras, para preparar las elecciones y tratar de alcanzar el éxito a través del análisis de los votantes y posibles votantes. Mientras partidos como Podemos se centraban en Twitter y era el líder indiscutible en esta red social, el PP centró su estrategia en Facebook y el uso de publicidad allí. Como apunta un dirigente del partido a El Mundo: "(…) se reducían partidas como la publicidad en la calle, banderolas, etc. Teníamos más recursos para Facebook. Aparecían anuncios en función de los gustos. En redes ensayaron perfiles concretos. Apuntaron a las caras que mejor respuesta tenían (…)”. Todo era poco para conseguir llegar al máximo número de votantes. Y lo lograron.

Como hemos mostrado desde Quental, el Big Data está abriéndose camino a pasos agigantados entre nosotros y afectando a cada parte de nuestras vidas. Está en manos de cada uno dejarle entrar y aplicar sus beneficios para nuestra mejora o, por el contrario, seguir cerrando los ojos a la transformación tecnológica. Nosotros desde luego lo recibimos con brazos abiertos.