Entrega de última milla sostenible

En los últimos años se ha tomado conciencia del impacto que genera la actividad diaria del ser humano al medio ambiente, viéndose incrementado el efecto en las grandes ciudades: traslados diarios a nuestros lugares de trabajo, hogares, o que el propio vehículo sea necesario para realizar el empleo que desempeñamos, como es el caso de los transportistas. Es por ello que las personas cada vez tienen más en cuenta el efecto que genera en el medio ambiente toda esta actividad y deciden cambiar su medio de transporte, que a veces va del cambio de un vehículo privado a uno público o incluso cambiar coche por bicicleta, medio bastante más ecológico sin lugar a dudas.

Pero hay ocasiones en las que es difícil modificar nuestros hábitos diarios para ser un poco más sostenibles. Es el caso de, como dije antes, los transportistas. Necesitan su vehículo para desarrollar su profesión y trasladar sus mercancías allá donde lo necesiten, sobre todo en trayectos largos. Por ello, hay empresas de mensajería que ya están comenzando a integrar en sus flotas vehículos ecológicos que contaminan menos que los usados actualmente.

Pero, ¿y si la solución estuviese en no pensar hacer todo el envío en coche, si no mezclando distintas alternativas?

Ahí es donde entra en juego la entrega de última milla o último kilómetro del reparto. Es el momento clave en la entrega de un paquete, junto con el envío de éste, y las empresas logísticas luchan permanentemente por mejorar este servicio para que sus clientes estén satisfechos. Problemas en las ciudades como el tráfico, las distancias o por ejemplo, los altos edificios como sucede en Madrid, hace que los envíos no siempre sean entregados cuando se espera.

Para ello empresas como Koiki, cuya arquitectura del sistema dentro de su proyecto ha realizado Quental, realizan transporte de paquetería de manera práctica y sostenible. Su servicio está basado en el envío de paquetería a los usuarios de su plataforma a través de mensajeros que van andando o en bicicleta. ¿Y cómo se consigue esto? Muy sencillo: cuando una persona solicita un paquete, pone como domicilio de envío la dirección que su Koiki le diga, para que el pedido llegue ahí. El siguiente paso sería que tanto el Koiki como el cliente se pusieran de acuerdo en cuándo quiere tener el cliente su pedido en casa y ¡listo! Sin dudas, sin complicaciones de hora o necesidad de estar en casa un largo periodo de tiempo esperando nuestro pedido.

Para más información podéis acceder a su web haciendo clic aquí.